Secondbaby ha tenido el enorme placer de asistir a la charla de Carlos González sobre cómo poner límites a nuestros hijos desde el respeto.
Para los que no le conozcáis, Carlos Gonzalez es pediatra, fundador y presidente de la Asociación Catalana Pro Lactancia Materna, miembro del Consejo de Asesores de Salud de La Leche League International, asesor de la Iniciativa Hospital Amigo de los Niños y especialista en lactancia materna.
Se le conoce también por ser el autor de libros como: “Mi niño no me come”, “Bésame mucho, cómo criar a tus hijos con amor”, “Manual práctico de lactancia materna”, “Un regalo para toda la vida, guía de la lactancia materna”, “Comer, amar, mamar”, “Entre tu pediatra y tú”, “En defensa de las vacunas” y “Creciendo juntos”
Antes del inicio pudimos hablar con él un pequeño rato, le explicamos el objetivo de nuestro proyecto a través del blog y de la tienda online de segunda mano, Secondbaby. Porque creemos que educar a la sociedad en un consumo responsable y colaborativo es la base del mañana. Donde los adultos somos el reflejo de lo que serán mañana nuestros hijos, sobrinos, nietos,… Y sí queremos un mundo mejor, tenemos que cambiar el chip ya y, enseñarles en el día a día valores como el cuidado de las cosas, el reciclaje, la solidaridad, etc.
Después de la charla del pediatra, los socios de Secondbaby salimos con la misma conclusión: Cada familia educa a sus hijos como quiere, sabe y puede. Pero siempre con sus mejores intenciones porque nadie quiere algo malo para sus hijos, todo lo contrario, queremos lo mejor para ellos.
Como algunos ya sabéis, soy educadora social y, he trabajado varios años con familias desestructuradas que viven en situación de riesgo social. Por muy difícil que parezca, este tipo de familias adoran a sus peques y sus peques les adoran a ellos. Estas familias no han sabido hacerlo mejor por el motivo que sea o porque ha habido algún tipo de enfermedad o adicción que no se lo ha permitido.
Carlos González acabo la charla diciendo que hay que valorar más y sentirnos orgullosos de esos “pequeños” actos que hacemos, todos los días, con nuestros hijos como jugar con ellos, besarles, decirles que les queremos, atenderles cuando nos lo piden y lo necesitan…, que son los que les quedan para siempre.
Porque como dijo Carlos González, algunos padres gastan sus energías y su autoridad en tonterías. Padres que se pasan el día dando órdenes y riñendo a sus hijos y, cuando deben de ejercer su autoridad para algo importante como prohibir que juegue con un cuchillo, están saturados y es cuando pierden los nervios.
Vivimos en un mundo muy ajetreado y estresado, en que muchas veces pagamos con los niños nuestras frustraciones, ellos no tienen la culpa y, parece que por ser niños, podemos ejercer nuestra autoridad como nos dé la gana o hablarles gritando. Los niños son nuestro futuro y nuestro espejo, así que sí quieres que tu hijo sea educado y respetuoso consigo mismo y con los demás, debes dar ejemplo y serlo también con él.
Los limites en los niños son muy importantes, ellos se pasan el día experimentando y aprendiendo. Con ellos debe de haber un adulto que les guie en el camino, dejándoles equivocarse (siempre que no haya ningún peligro claro).
Los niños son obedientes por naturaleza y están deseando obedecernos para tenernos contentos. Un ejemplo bien claro es la cantidad de órdenes que cumplen a lo largo del día como levantarse a la misma hora, vestirse con la ropa que les hemos preparado, asearse, ir al colegio, comer correctamente, ir de la mano por la calle, bañarse, lavarse los dientes… Y suelen cumplirlas la mayoría de las veces, lo que ocurre es que muchas veces no nos entienden porque no nos explicamos bien. Carlos González puso un ejemplo muy significativo sobre pintar en la pared, todos los niños pintan en la pared de su clase (pizarra) y no pasa nada, al contrario, la maestra les anima a ello y les felicita por lo bien que lo han hecho. Al llegar a casa, pintan en la pared ¿pero qué pasa, porque se enfadan los papas? Nadie les ha explicado que las paredes de casa no son una pizarra y no se debe pintar en ellas porque quedan sucias. Se les suele decir con tono enfadado ¡NO se pinta en la pared! El niño queda totalmente descolocado, así que prueba con otra pared, haber sí ahora lo hace bien pero, vuelve a ocurrir lo mismo. Y nosotros los adultos, nos desquiciamos pensando que nos provocan!
Lo importante es, manteniendo la calma, explicar a los niños porque no se debe hacer algo y sugerirle una alternativa. La mítica frase de “porque yo lo digo y punto” debería ser enterrada para siempre.
Algo que debemos tener en cuenta, es que cumplir órdenes no siempre es divertido y debemos tolerar la frustración de los niños cuando no quieren hacer algo. A nosotros los adultos cuando nos dan una orden que no nos gusta, solemos protestar o la hacemos de mala gana. ¡Pues ellos igual!
También nos habló sobre los castigos, en la actualidad, llamados consecuencias. Aunque hayan sido los grandes aliados de los padres de muchas generaciones, esta herramienta de reeducación no sirve para mejorar la conducta de nuestros niños. El castigo es una venganza que usamos los adultos contra los niños. Como os decía, ahora se usa más el término consecuencia para no sentirnos mal pero, se suele usar con la misma finalidad, poner una sanción a un mal comportamiento, por lo que es lo mismo. En cambio las consecuencias que sirven son las naturales, como: Sí no estudias, suspenderás o sí no te pones la chaqueta para salir a la calle, pasarás frio.
Salimos de la charla con muy buena sensación; “No estamos educando a nuestros hijos tan mal”. Les ofrecemos muchas cosas positivas aunque a veces perdamos los nervios y/o no actuemos de la mejor manera. Para esas ocasiones ¿Quien no quiere un Carlos González a su lado para que le recuerde todo esto?
Está claro que lo que Carlos González quiere trasmitir con su sabiduría sobre el trato a los niños es amor y respeto ¡Porque lo son todo para nosotros y son nuestro futuro! Tenemos que cuidarlos
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